jueves, 15 de junio de 2017

No hagas despertar al amor hasta que quiera.

Crecer en un mundo como este, lleno de novelas, películas, series de televisión,  historias románticas nubla el significado del Amor.

Dios es Amor. (1 Juan 4:8) 

Si alguien busca la verdadera definición del amor esa es. Dios es Amor. Lo demás es romance…y probablemente sea hevel (humo en hebreo) algo que se esfuma. Hay tres pasajes que sé, van juntos en todo esto; voy a intentar desglosarlo en esta entrada.

  1. Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, Por los corzos y por las ciervas del campo, Que no despertéis ni hagáis velar al amor, Hasta que quiera. (Cantares 2:7)
  2. El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. (1 Corintios 13:4-7)
  3. Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. (Mateo 22:37-39)



1 Corintios 13, se utiliza siempre para definir casi casi los votos de una pareja. Yo siempre he dicho que el Amor es poco probable que se pueda entender viendo una pareja. Es raro ver realmente una acorde a lo que Dios diseñó. Siempre he dicho que se parece más al amor de una madre por un hijo, pero como pocos tenemos hijos pues tampoco lo sabemos muy bien. 

Lo que sí he llegado a entender (GaD) es que este versículo no se refiere al amor de pareja sino a la respuesta que nosotros deberíamos entregarle a Dios referente a su amor.

Jesús rectificó que éste era el mandamiento número uno, es decir no fuimos llamados a hacer ninguna otra cosa más que ésta:

 “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.” Mateo 22:37
La palabra griega usada en este evangelio para esto es  Ἀγαπήσεις (Agapēseis). Existen 4 palabras en griego para referirse al amor: Eros, Agape, Phileo & Storge.[1]  

El “agape” está definido como: “deleitarse en aquello que es objeto de; valorarlo sobre todas las cosas y al mismo tiempo no estar dispuesto a abandonarlo o seguir sin él”. Esto es lo que Dios siente por nosotros, y esta debería ser también nuestra respuesta a ese amor.

Así que cuando la gente agarra este versículo y lee: “Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta” y se imagina a su esposo, novio o a su prójimo…se nos vuela la cabeza porque no entendemos porque deberíamos cumplir eso sabiendo que es una locura: “Todo lo sufre” entonces si mi esposo me pega ¿tengo que sufrir eso porque “lo amo”? ¿Tengo que amarlo además porque es mi prójimo? Y empiezan los problemas. ¿Acaso Dios se equivocó? ¿Acaso nos está pidiendo una locura, un imposible? Dios no se equivoca, los que se equivocan somos siempre nosotros. Lo que está mal aquí, es el orden.

  • Sí debemos amar al prójimo. (Mateo 22:37-39)
  • Sí debemos sufrir el agravio. (1 Corintios 6:7)
  • Sí debemos amarnos y respetarnos. (1 Corintios 3:16)



Pero no en ese orden. El orden no es amar primero al prójimo, luego a ti mismo y luego algún día cuando conozcas más de Dios, o cuando estés en el cielo amar a Dios. ¡NO! Primero es Amar a Dios. Corintios 13 se refiere a cómo debería ser nuestro amor por Jesús; cómo DEBERÍA ser nuestra respuesta hacia su amor. Si lo amamos entonces esperamos en Él, le creemos, soportamos la prueba, la disciplina y sufrimos la persecución con gozo. Al hacer esto hacia Él, lo cumplirás también con el prójimo puesto que cada promesa que le crees al hacerla tuya, te hace cumplir también sus mandamientos.

Tomemos por ejemplo el primer mandamiento con promesa: honra a tu padre y a tu madre, para que te vaya bien. Le crees a su promesa –el amor todo lo cree- y al creerle tu corazón dice: "vale la pena obedecerlo" y sin querer empiezas a honrar a tu padre y a tu madre. Independientemente del tipo de personas que sean y de lo que te hayan hecho porque sabes que de Él recibirás la recompensa. (Colosenses 3.23)

Primero a Dios, luego a ti y de ahí por consecuencia amarás a tu prójimo como se debe...si lo intentas al revés pues te desgarras porque las personas siempre nos vamos a fallar unas a otras puesto que no somos perfectos y estamos llenos de heridas, traumas y “torceduras”.  Además si tomas este orden estarías amando a otros antes que a Dios y eso tiene nombre y es grave: Idolatría.

Pues bien, si uno no ha aprendido a amar a Dios no ha aprendido a recibir el amor de Dios y simplemente es incapaz de amar a otro. Esto es lo que significa no hagas despertar al amor hasta que quiera. Parafraseando: 

No te involucres sentimentalmente  -mucho menos sexualmente- con alguien, si no estás listo para amarlo. Es decir, si no estás listo para perdonarlo, para soportarlo, para apoyarlo, para buscar todo el tiempo el bien del otro y nunca el tuyo, para gozarte en sus logros en lugar de envidiarlos, para verlo a él/ella en lugar de a ti mismo,  para ser ayuda, compañía, soporte, complemento. Si lo que tú estás buscando al involucrarte con alguien (despertando al amor, las 4 formas) es que llenen tus necesidades lo más probable es que no vaya a funcionar. Terminarás debiéndote a ti mismo, en números rojos, exponiéndote a la desilusión y ruina total INVARIABLEMENTE.   Sólo amando a Dios primero se llenan tus vacíos, y te vuelve capaz de amar. Primero en tu casa, tu familia, si no amas a tu hermano, padre, madre...¿Cómo vas a amar a un completo desconocido?

No hagas despertar el amor hasta que quiera, hasta que el Amor/Dios te de la aprobación sobre tu "capacidad" de amar, por así decirlo. Cuando estés listo, Él mismo te traerá o te llevará a la persona que ya también está lista para amarte. Puede que te adelantes y sea la persona pero tú no estés listo, puede que si te agarras de la mano de Dios salgan a flote y salve su unión, pero una cosa es segura: si despiertas al amor antes de que quiera, la vas a pasar PÉSIMO. Revisemos nuestras relaciones pasadas y vean lo que digo; sabemos que es cierto.

Por lo menos en mi caso lo es y Dios tuvo grande misericordia al mostrarme todo esto para que sepa que Él está trabajando en mí ahora para dejarme lista para la persona que Él tiene para mí y al mismo tiempo revelarme todo esto para que ore también por esa persona.

El matrimonio y el amor de pareja replican el modelo Jesús-iglesia en muchas formas. Así que si Dios te permite casarte no es para que “te la pases bien” nada más; es una forma de glorificar su nombre puesto que los esposos deben parecerse a Jesús en todo y las esposas a la iglesia que él escogió como su novia respondiendo al amor sacrificial que Él mostró.

Esposos:se dio a sí mismo por ella, para santificarla” Efesios 5:25
Esposas:una iglesia en toda su gloria, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa e inmaculada.” Efesios 5:27

 De esto se trata la vida: de Jesús, su amor y su vida abundante.

Juan 17:3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.